Un nuevo método podría “iluminar” lo que no vemos.
Hace casi un siglo que científicos de todo el mundo buscan materia oscura: una sustancia invisible que constituye alrededor del 80 % de la masa del universo y que es clave para explicar ciertos fenómenos físicos. El efecto que ejerce sobre la materia visible es tan sutil que los instrumentos actuales no lo pueden percibir.
Si bien la creación de un reloj nuclear - que usa el núcleo atómico para medir el tiempo de manera muy precisa - sería ideal para detectarla, su desarrollo es complejo.
El equipo liderado por el Prof. Gilad Perez del Instituto Weizmann, propuso una nueva estrategia que tendría la sensibilidad suficiente para registrar efectos de la materia oscura 100 millones de veces más débiles que la gravedad, una fuerza que nos afecta diariamente y que casi no sentimos.
¿Cómo funciona? Con la medición de pequeñas vibraciones que podrían cambiar levemente ante la presencia de materia oscura.
“Esta es una región donde nadie ha buscado aún materia oscura”, afirma el Dr. Wolfram Ratzinger, co-director del estudio.
¿Será la clave para finalmente descubrir lo invisible?
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